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miércoles, junio 28, 2006

Sobre la ciencia, la tecnología y nuestra responsabilidad

“(...) Oh sueño incomparable! El alma del hombre aspira a subir siempre más, a
seguir adelante; la alondra canta para nosotros en el espacio azul, el águila
nos da ejemplo volando sobre las montañas, lo mismo que la grulla cuando marcha
gozosa al lugar donde nació(...)”
Fausto (Acto I, Escena
1)
Goethe

“Mejor es la sabiduría que las armas de la guerra;
pero un pecador destruye mucho bien”
Eclesiastés 9:18
(Santa Biblia)


El hombre, en su lucha contra los infortunios, que se levantan como montañas en el discurrir de su vida, trata con insistencia de descubrir las causas de estos para invertir sus efectos de manera que nos beneficien.
El camino recorrido tratando de “descubrir las causas” ha sido largo; más largo aún es lo que le falte por recorrer.
La aplicación de estos hallazgos conlleva riesgos que, como arena movediza lo hundirían antes ayudarlo. Y es que se encuentra ante dilemas y paradigmas que en su recorrido chocan contra la sociedad. Dilemas y paradigmas del tipo ético, cívico y religioso, que son obstáculos insalvables si queremos depurar los efectos sobre nosotros mismos.
Éticos, porque al aplicarse necesita definirse si los impactos irradiaran ondas en pro de la humanidad o males que incentiven el caos y el desorden.
Cívicos, pues deben desarrollarse en un marco legal positivo basados en la ética definida.
Y, aunque no finalmente, religiosos; ya que ésta está arraigada profundamente en nuestras creencias y costumbres. Distorsionar las creencias religiosas significa plantear la necesidad de reinterpretar las leyes divinas o flexibilizarse para aceptar los nuevos paradigmas. La historia es el mejor testigo al referir cómo la religión es el obstáculo más obstinado al momento de aceptar cambios tan radicales.
Evidentemente, dentro de la ciencia en sentido general, el caso particular de la Genética es el más controversial. Y es que la Genética investiga sobre nuestra herencia biológica y manipula con esta herencia tratando de eliminar las causas de nuestras imperfecciones. Al actuar en este sentido blande contra nosotros un arma de doble filo.

De doble filo decimos porque emergen preguntas tales como: ¿ Qué tal si se usa con fines bélicos? o bajo la idea de la raza superior ¿ No alentaría la discriminación racial?
Por el momento no respondamos, dejemos estas preguntas flotando a la deriva sobre el ondulante mar...
De por si, conceptos como la contracepción y el aborto son escabrosos y muy impactantes socialmente: Han provocado división de opiniones y confusión de reacciones.
Ahora la clonación. Abre todo un nuevo espacio de intrigas, temores, misterios, interrogantes. Podemos dejar, también, flotando, a la deriva estas cuestiones...mientras otros la usan según sus propios intereses.
La sociedad debe tener conocimiento respecto a lo que está ocurriendo. No puede cerrar los ojos a las consecuencias negativas de lo que acontece, al contrario, debe participar en debates y discusiones; sino iniciarlos.
Todos queremos que el filo del arma sea para nuestra defensa, no para herirnos.
Los impactos de toda la tecnología nos afectan, por más mínimo que sean y creemos que, en la más de las veces, positivamente.
¿Quién niega estar interesado en que se encuentren antídotos para las enfermedades; desde la más necia y presente, la gripe, pasando por el temerario cáncer y finalmente, por el momento, con la “peste negra” el SIDA?
¿ A qué padre no le gustaría que sus hijos nacieran y se desarrollaran con cero riesgos ante estas enfermedades, que nazcan del sexo que gusten o que tengan determinadas aptitudes intelectuales o artísticas?
Y hablamos de la genética, pero echemos un vistazo las telecomunicaciones, la informática, la electrónica, la aeronáutica, por solo citar algunas áreas que resultan interesantes.
Bill Gates, en su libro “The road ahead” (el camino al futuro) plantea que “la tecnología es algo demasiado serio para dejarla sola en manos de los técnicos...”
Asumamos pues, la sociedad, una posición. Planteemos qué es lo correcto, qué es lo bueno, qué es lo malo. No dejemos ya que las interrogantes sigan flotando a la deriva: Tomémoslas, analicemos sus causas y efectos, respondamos con el debate, el dialogo, el consenso.

Sobre Los Miserables de Victor Hugo

Escrita por el poeta del siglo XIX Víctor Hugo (1802-1885), es la crónica de lo ocurrido a un señor de nombre Jean Valjean, en el revolucionario siglo XIX. Esta obra figura en la galería de las obras inmortales, elevadas a la categoría de clásicas. Escrita con una prosa llena de dulces efluvios políticos que sólo respiran humanidad, contradictorios y dramáticos sí, pero como consecuencia de las pasiones desbordantes que le absorben.

Se sitúa -como ya dije- en la Francia de principios del siglo XIX, cuando estaban en su apogeo las ideas republicanas de los grandes filósofos sociales, de los eminentes pensadores modernos de la humanidad como lo fueron Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot, etc. Filósofos del siglo XVIII que vislumbraban tras la cortina utópica que las cubría, la factibilidad de que los plebeyos, esto es el pueblo, transformados en hombres iguales por la ley, en ciudadanos por el derecho, eligieran no sólo a sus gobernantes con el sufragio universal, sino también, en caso de estos arrogarse, tiranizarse u oprimirlos; deponerlos de la misma manera en que fueron elegidos.

Así, Francia fecunda en 1789 al tiempo, y éste dio a luz en el siglo XIX a Napoleón Bonaparte, portador de la divisa de la igualdad de derechos, del sufragio universal y la decapitación del derecho divino por el derecho civil. Este grande hombre, portador de esta divisa, expandió e implantó por toda Europa, por Asia y África Mediterránea las nuevas ideas. Peligrosas, por un lado, pues daban al traste con los sistemas feudales basado en la descendencia divina de los reyes, ayudados por la iglesia católica; benigna por el otro, porque significaban el cambio en cuanto al hombre.

Dicho este preámbulo, pasemos a la novela en sí.
Hablar de esta obra, por más significado que tenga lo dicho, nunca alcanzará su dimensión total ni el significado que envuelve. Novela, drama, poesía, ensayo, lírica, historia, juicio, condena, desagravio, cultura, crónica, amor y desamor; todo esto es, y es ninguno de ellos por separado. Representada en el cine, en los teatros continuamente, siempre leída y aplaudida, es de esas obras universales que siempre vigentes y actuales.

Yo tampoco creo sentirme en capacidad de expresar todo lo que sentí al leerla, respira humanidad por donde usted quiera enfocar la vista, pero también algo más inefable, no-humano por su sublimidad. Extensa eso sí, pero intensa a la vez. Tanto alegre como triste; tanto expansiva como reflexiva; llena de arengas, anécdotas, discursos, máximas, cantos y poesía. Ya muchos autores se han encargado de reflexionar sobre esta magnifica obra y han llenado varios volúmenes analizándola.

Un candelabro de plata es el símbolo que corre a través de toda la obra.
Jean Valjean en la cárcel, el Sr. Magdalena en M... a orillas de M..., el Sr. último Fauchelevent en París, todos uno: Jean Valjean. Quien lleva ese candelabro como estandarte y como recuerdo de aquel humilde y grande Obispo que conquista su corazón y que lo redimió de la perversión aprendida del hombre en el presidio; de los carceleros, con su trato; de sus compañeros, víctimas de la ignorancia y ejecutores de la ignominia.
Como Dante en la Divina Comedia, pasa por todos los círculos del infierno y luego asciende hasta llegar a la luz del paraíso. Así como a Dante lo guía Virgilio, a Valjean un candelabro sin velas le ilumina el camino. Tanto es un servil como un patrón, tanto un Alcalde como un plebeyo. Se sitúa en el pueblo o en la ciudad, en las alcantarillas o en un convento, en el presidio o libres.

Una novela llena de representantes universales de todos los estratos sociales; figuran personajes como Javert, representante de la justicia severa, ciega, inmisericorde; como Thenardier, representante de la delincuencia más oscura de la sociedad; como Mario, representante de los movimientos revolucionarios de los jóvenes estudiantes y profesionales que luchan por sus utopías; como el Sr. Mabeuf, que tiene que vender sus bien cuidados libros para comer; como Gavroche, representante de la juventud desahuciada y dejada al abandono por padres miserables; como Fantina, representante de la mujer maltratada y que tiene que venderse para salir de la miseria más abyecta y convulsa; como Cosette, representante de la transparente e incontestable ubicuidad del amor; que a la vez representa el madero al que se aferra el náufrago para luchar por vivir, a la virtud sublime que cada hombre quiere encontrar como objetivo de lucha.

Narrando sobre cada uno de estos personajes, y de otros, discurre la novela, desarrollando la vida de Valjean, que comienza con una condena y termina con la redención y glorificación conseguida con el arrepentimiento, la educación, el amor y el sacrificio. ¿Quienes sufren y están desprotegidos? El miserable, la mujer, los niños. ¿Puede labrar el miserable un camino hacia el progreso? Si y sólo si tienen el conocimiento a su alcance, el consejo prudente a tiempo, y alguien dispuesto a enseñarles. ¿Puede la niñez pensar en lo bueno? Siempre que no se le inculque la corrupción para sobrevivir, y que se le eduque positivamente. ¿Puede la mujer dejar de prostituirse? Siempre que los derechos sean los mismos que el hombre, las mismas oportunidades, los mismos beneficios.

Disfrazado por distintos nombres a través del drama, al final quiso ser ‚l mismo, con su nombre real, Jean Valjean, presidiario prófugo y condenado a perpetuidad; que lo quisieran por quién era fue su divisa, así en los momentos finales dice gravemente "morir es malo, pero no vivir es peor...".

Abarcar todo lo que el abarcó es innecesario, porque ahí está la novela, esperando a ser leída; llamándole cada vez que UD. pasa por su lado en la librería, emanando destellos que sólo ver cuando irrumpa en sus páginas cándidas y afectuosas. Y reverberando para iluminar a los que ya la leyeron.

Sobre los Calendarios y el nuevo Milenio

El siglo XXI, junto con el III milenio iniciaron el pasado 1ero. de enero del 2001.

Cuando el papa Gregorio XIII, implementó el 4 de octubre de 1582 el calendario que luego se denominó Calendario Gregoriano, comenzó la estandarización mundial de un nuevo calendario, que aún en nuestros días ha creado fricciones para mantener e incluso iniciar su uso. ¡Figúrense que el próximo día luego de implementado el nuevo calendario, en vez de ser 5 de octubre de 1582, fue el 15 de octubre!

Pero, ¿porqué se cambió de calendario? ¿cuál calendario existía antes? ¿qué son años bisiestos? Y ¿en qué día se inició el conteo de los años: por “0” o por “1”?

Demos un vistazo atrás y remontémonos a los tiempos del famoso emperador romano, Julio Cesar, quien en el año 45 A.C. implementó un nuevo calendario (denominado luego calendario Juliano). Este ordenaba el caos que existía en cuanto al fechado correcto de acontencimientos y a la sincronización exacta de los días con respecto al tiempo que toma la tierra en girar alrededor del sol: 365.24219 días o el año trópico como también es llamado, y el cual puede ser definido como el tiempo aproximado que toma la tierra en su órbita alrededor del sol, en pasar dos veces por un mismo punto fijo. Este punto fijo ocurre en los equinoccios vernales, 21 de marzo, aunque esta fecha no es exacta, es más una aproximación astronómica basada en promedios.

Para esa época, la medición de los años y días partía desde la misma fundación de Roma, donde el primer día del año era el 1 de marzo, el calendario tenía 304 días—aunque era muy irregular--, con 10 meses de 22 o 23 días. Para designar dicha era se utilizaba la abreviatura AUC (ab urbe condita: desde la fundación de roma) equivalente a la utilizada por nosotros para designar los años Antes (AC) o después del Nacimiento de Cristo (DC). Más adelante abundaremos en este sentido.

En fin, los romanos tenían problemas para precisar cuando ocurrió realmente el año 1 de esa era, pues solo los sacerdotes romanos llevaban ese conteo. Se presume que el año en que Julio Cesar implementó su calendario fue el 709 AUC o como ya dijimos el 45 AC.

Este calendario Juliano (duraba 365.25 días) arrojaba un error de un día adicional cada 128 años respecto al año trópico. Para completar la fracción de días, Julio Cesar ordenó que cada cuatro años se añadiera un día a uno de los meses del año. Este día designado fue el ¡24 de febrero!, el cuál no se numeraba como en nuestra era, sino que según Julio Cesar sería la repetición del 6to. día antes de Kalendae de Martus, (esto es el 6to. día antes del primero de marzo; dicho día se repetiría dos veces por ello se le denominaba bissextile: repetición de 6 dos veces). Esta palabra bissextile devino en la que hoy conocemos como bisiesto. En nuestros días el 29 de febrero es el día bisiesto. Para fines de aclaración el calendario Juliano medía un año de doce meses con 30 días, los meses pares; y 31 días los meses impares; excepto febrero que tenía 29 días.


Existen documentos (no necesariamente verídicos) que cuentan que el Emperador Augusto descubrió un error en el cálculo de los años bisiestos y decretó que por 16 años consecutivos no ocurrirían años bisiestos: del 9 A.C. al 8 D.C. (hasta el 9 AC los años bisiestos se calculaban erróneamente cada 3 años). Por esta corrección, al mes Sextus (sexto mes) se le denominó Agosto. El lector recordará que los romanos tenían 10 meses: el primer mes era Marzo y el último Diciembre (decem, etimológicamente significa décimo). Un honor parecido lo habían otorgado a Julio Cesar cuando implementó su nuevo calendario designando con el nombre de Julio al mes Quintus (quinto mes). Augusto, no se sintió honrado con esta designación pues su mes duraba 30 días mientras que el de Julio era de 31. Por ello Augusto quitó un día al mes de febrero, dejándolo con 28 días en años no bisiestos, y agregó dicho día a su mes dejándolo en 31, quedando por tanto satisfecho.

Como sea, este error de un día cada 128 años, provocaba inexactitudes, cuyos perjudicados principales eran los fieles de la religión Católica. Pues no podían determinar con exactitud la fecha en que se celebraría el domingo de Pascua de Resurrección (muerte y resurrección de Jesús). Aunque se sabe que este evento se celebra el primer domingo, contando a partir del 21 de marzo, después de la ocurrencia de la primera luna llena, los sacerdotes elaboraban complejas tablas para prefijar dichas fechas y era urgente la implementación de un sistema de cálculo más sencillo y exacto.

Para resolver estos conflictos y determinar la fecha de Pascua el Papa Juan I, en el siglo VI DC solicitó a un monje romano llamado Dionisio el Exiguo calcular la fecha correcta de este evento basado en las Reglas de Alejandría, aprobadas en el concilio de Nicea en el año 325 DC. Dionisio formuló sus cálculos a partir de la fecha del nacimiento de Jesús. Como se desconocía (aún se desconoce) con exactitud esta importante fecha, la dedujo de algunos textos bíblicos e históricos, determinando que correspondía al 25 de diciembre de 753 AUC. Más tarde se descubrió que esa fecha no es correcta (unos la sitúan el 750 AUC, es decir 4 años antes). No obstante, esa fue la utilizada y a partir de entonces la equivalencia con respecto a la establecida por los romanos fue de 754 AUC = 1 AD (Anno Domini, “en el año del Señor”, úsase también las siglas D.C. Después de Cristo; o EC, era cristiana).

El lector observará que el conteo no se hizo a partir de “0”, ya que la notación romana no contemplaba el uso de dicho dígito, sino a partir del año “1”. De esta observación se deduce que los siglos y los milenios se cuentan sumando múltiplos de 100 o 1,000 años a dicho dígito. Por lo que en nuestro caso actual tanto el próximo siglo como el próximo milenio iniciarán a partir del 1 de enero de 2,001.

El calendario Gregoriano corrige ese error del calendario Juliano, aunque su nivel de exactitud tampoco es preciso, pues pospone el error de un día adicional cada 128 años a cada ¡3,300 años! (delegamos ese problema a la posteridad).


Entre otros datos curiosos al respecto, los años de este nuevo calendario tienen una duración de 365.2425 días (con 97 años bisiestos cada 400 años). También se hizo una modificación al cálculo de los años bisiestos pues además de estar condicionado a cada cuatro años; estos no pueden ser divisibles por 100 con excepción de los que sean también divisibles por 400. El año 2,000 cumple con estas condiciones, por lo que será bisiesto.

Al principio del artículo mencionamos que al establecerse el calendario Gregoriano el día 4 de octubre de 1582, el próximo día fue el 15 de octubre en lugar del 5 de octubre. Esto ocurrió porque a esa fecha de 1582 el error acumulado de 1 día cada 128 años producido por el calendario Juliano, había generado 10 días adicionales, a partir del año 325 DC que fue la fecha en la que se tomó conciencia del problema (Concilio de Nicea). El cálculo utilizado para determinar la diferencia de días fue: (1582 – 325) / 128; que da como resultado aproximado 10. Es importante señalar que en la misma medida en que los países iniciaron el uso de este calendario Gregoriano tuvieron que realizar este salto de fechas para sincronizarse con los años trópicos. Lógicamente, siempre se realizaba el cálculo tomando de referencia el año 325 DC y el año de implementación del calendario.

El lector avisado sospechará que esta información suministrada no aclara todo lo relacionado al cambio de milenio, y le damos la razón. Este problema de cambio de fechas incluye problemas religiosos (¿aplica el cambio de milenio a todas las religiones?), problemas tecnológicos (¿por qué las computadoras son afectadas por este problema?), problemas apocalípticos (¿Cuándo ocurrirá el día del Juicio final?), problemas psicológicos (¿es un cambio de cifras: 1999 al 2000?), entre otros.

Lamentablemente nuestra explicación está circunscrita a determinar si el fin de este milenio(siglo), basado en el calendario gregoriano, sería el 31 de diciembre de 1999 o el 31 de diciembre del 2000. Creo que, pudimos salvar esta dificultad sin problemas.

El síndrome de Funes: o del conocimiento y la sabiduría

En estos tiempos en que la tecnología nos provee de medios para obtener información rápida y precisa sobre el mercado, la cultura y la sociedad; muchos paradigmas han sido destruidos, aunque otros han emergido.
El reto que nos impone la globalización está en la capacidad y destreza que mostremos al manejar la información disponible para aumentar nuestra competitividad. Los economistas asumen, para el análisis de competencia perfecta o pura, que la información está dada, y que tanto el productor, como el consumidor, saben donde conseguir o la materia prima o los productos terminados a precios que maximicen sus beneficios o utilidades. Esta asunción hasta hace poco era cuestionable, pero con la información disponible a través del Internet, los precios del mercado mundial influirán ampliamente en los precios locales.
Algún elemento dentro de este contexto me lleva a hacer una relación con el relato “Funes, el memorioso”, de Jorge Luis Borges (1899-1986), que forma parte de su libro Ficciones (1944). En él, Borges describe a –Ireneo Funes—personaje que tras sufrir un accidente pierde la movilidad y, en cambio, adquiere una asombrosa capacidad para recordar, con gran precisión, los detalles de las cosas; tanto fotográfica como cronológicamente. Sin embargo, esa precisión, tanto detalle, lo torturaban pues distraía su atención hacia cosas inútiles. Y tan apenado estaba, que en sus tristes horas de lamentos confiesa “mi memoria, señor, es como vaciadero de basuras”. Finalmente, a quien fue dicha esta confesión, compadecido, reflexionó: “(..) había aprendido sin esfuerzo el inglés, el francés, el portugués, el latín. Sospecho, sin embargo, que no era muy capaz de pensar. Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos(..)”
Se me antoja pensar que la sociedad no sólo necesita tener el conocimiento de la existencia de tecnología, de saber dónde encontrar información, de tener localizadas las bibliotecas para el estudio, etc. El reto que nos imponen estos tiempos de globalización y tecnología está en el acceso a información fresca para usarla convenientemente, tanto para el éxito del productor como para beneficio del consumidor, tanto para fomentar la investigación como para el desarrollo de nueva tecnología. No para quedarnos inertes ante la novedad que nos anega, ante las revoluciones que brotan como vapores. Es más bien un llamado de integración para contribuir, con nuestra capacidad, al bienestar de la sociedad. Innecesario es decir que las reglas del juego deben estar claras. Debe haber instituciones bien definidas. Sólo de esta forma, usando el conocimiento positivamente, podremos evitar ser víctimas del llamado “Síndrome de Funes”.

Incidencia de la Tecnología en la Eficiencia de las Empresas

Las empresas en esta modernidad, en esta “aldea global”[1], tienen un reto. Contrario a lo que postulan las tradicionales teorías económicas, la competitividad se alcanza no sólo por esa tendencia homogenizante de producción en serie, sino también por incluir elementos diferenciadores, pues los clientes son cada vez más exigentes, más heterogéneos, más individuales. Y, “la homogeneidad es por completo incompatible con la cultura electrónica”[2].

El objetivo de este trabajo es señalar en breves pinceladas, que esperamos sean claros y entendibles, cómo la banca moderna con los servicios que ofrece a través de la tecnología, contribuye a que las empresas en sentido general trabajen con mayor eficiencia dentro de esta nueva economía.

No pretendemos ser ambiciosos en este recorrido. Nos satisfaremos con lograr un acercamiento, o identificar una tendencia que sirva de base para estimular una futura profundización, ya sea por nosotros mismos o por otros, en las inquietudes que nos plantea.

La Tecnología.

Desde siempre la tecnología ha sido considerada por los inventores como solución a nuestros problemas más acuciantes, como un mecanismo para resolver problemas. De hecho, desde la antigüedad se ha dado a la tecnología el término de arte. Y es que se necesita mucha técnica, abstracción y creatividad, para resolver problemas con aplicaciones generalizadas.

Es importante señalar que detrás de cada avance tecnológico, ciertos valores y tradiciones, que se fundamentan precisamente en lo que la tecnología corrige, entran en conflicto con nuestras costumbres, nuestra moral, nuestra ética, en fin con nuestro estilo de vida.

Existe un relato muy antiguo expresado en labios de Socrates en Fedro, uno de los famosos diálogos filosóficos, en que Platón manifestó sus consideraciones sobre la belleza y la estética[3], que me permitiré citarlo por lo oportuno que resulta a nuestros fines:


Muchas, según se cuenta, son las observaciones que, a favor o en contra de cada
arte, hizo Thamus a Theuth, y tendríamos que disponer de muchas palabras para
tratarlas todas. Pero, cuando llegaron a lo de las letras, dijo
Theuth: “Este conocimiento, ¡oh rey!, hará más sabios a los egipcios y más
memoriosos, pues se ha inventado como un fármaco de la memoria y de la
sabiduría”. Pero él le dijo: “¡Oh artificiosísimo Theuth! A unos les
es dado crear arte, a otros juzgar qué de daño o provecho aporta a los que
pretenden hacer uso de él. Y ahora tú, precisamente, padre que eres de las
letras, por apego a ellas, les atribuyes poderes contrarios a los que
tienen. Porque es olvido lo que producirán en las almas de quienes la
aprendan, al descuidar la memoria, ya que fiándose de lo escrito, llegarán al
recuerdo desde fuera, a través de caracteres ajenos, no desde adentro, desde
ellos mismos y por sí mismos. No es, pues, un fármaco de la memoria lo que
has hallado, sino un simple recordatorio. Apariencia de sabiduría es lo
que proporcionas a tus alumnos, que no verdad. Porque habiendo oído muchas
cosas sin aprenderlas, parecerá que tienen muchos conocimientos, siendo, al
contrario, en la mayoría de los casos, totalmente ignorantes, y difíciles,
además, de tratar porque han acabado por convertirse en sabios aparentes en
lugar de sabios de verdad”.

El poderoso rey egipcio Tamus se debe estar revolcando en su sarcófago ante los avances que las fórmulas contra el olvido han alcanzado, cuando ya se discute la desaparición de los libros, la moneda como tal, e incluso la necesidad de memorizar la historia y las matemáticas, pues la Internet, las computadoras y las calculadoras se han encargado de permitir que “prescindamos” de ellas para desenvolvernos en la vida.

Bill Gates, el multimillonario presidente de Microsoft, símbolo por antonomasia de innovación tecnológica, ha mencionado que se ha dado un salto[4] de garrocha con la acogida que ha tenido Internet en nuestra sociedad, de tal forma que no sólo sirve como canal para intercambiar información y estar en contacto, sino para desarrollar cualquier tipo de actividad en él[5]. Fijémonos qué tan cierto es que recientemente se hizo una tele-cirugía en Francia dirigida a través de robots manipulados por médicos especialistas, ubicados en Estados Unidos.

La Tecnología de la Información (TI), a través de potentes computadoras, y de herramientas como los lenguajes de programación, el uso de las bases de datos para el análisis y la automatización de procesos, explota nuevas dimensiones antes no obtenidas sino a través de ingentes esfuerzos humanos. Y el uso de estas herramientas se hace posible por la drástica reducción de los costos que en nuestros tiempos se manifiesta.

La evolución de la tecnología de la información ha experimentado cambios que muchos consideran dramáticos. En 1944, la gran computadora Mark I podía ejecutar 3 instrucciones por segundos; hoy cualquier PC podría ejecutar más de 400 millones de instrucciones por segundos. En 1970 la computadora más avanzada costaba US$4.7 millones; hoy por US$1,000 se obtiene una con 10 veces más capacidad y poder que aquellas: un microprocesador en la actualidad contiene 250 mil veces más data e instrucciones que aquellas. El costo de almacenamiento de un megabyte de información – equivalente a un libro de 320 páginas – cayó de US$5,275 en 1975 a US$0.17 en 1999[6].

El departamento de comercio de los EE.UU., en 1999, identificó que el desarrollo de tecnologías de la información contribuyó entre un 15 y 45% al crecimiento del PIB Real entre el período 1990-1999. Y en este período el gasto en tecnologías de la información llegó a alcanzar la cifra de 50%, pico que fue explicado en gran parte por las inversiones para impedir el “fallo del milenio”, nombre con que fue denominado el efecto adverso del año 2000 sobre los sistemas de información en sentido general. Factor este que influyó negativamente en la colectividad creando pánico, pero que contribuyó en gran medida al auge de la adquisición de nuevas tecnologías por empresas que no pensaban en dar el paso hacia delante. [7]

En verdad son cifras muy optimistas, aunque capciosas. Muy auspiciosas aunque para incautos. Tenemos una diferencia abismal que nos divide de países industrializados como los EE.UU. o Europa. Pues: a) cuentan con un mercado de capitales con más de un siglo de existencia, nosotros no hemos iniciado formalmente; b) las grandes compañías orientan el 10% de su capital a la investigación y desarrollo de nueva tecnología, nuestras empresas no dedican recursos a estos elementos; c) Internet cuenta con 407 millones de usuarios distribuidos en todo el mundo de la siguiente forma: EE.UU. con 41.0%; Europa con 27.8%; Asia/Pacifico 25.8%; y otros, dentros de los que estamos Latinoamerica con un 4.2%[8]. Y no hemos mencionado otros elementos importantes como reformas en los organismos regulatorios de actividades del comercio; las implementación de leyes que estimulen el uso de canales digitales para el intercambio de bienes y servicios; leyes que protejan tanto a las empresas como a los clientes que utilicen estos; etc.

Esta división entre los que tienen estas infraestructuras creadas y hacen uso de ellas; y los que no pero tienen el potencial de hacerlo ya tiene nombre. Se denomina la Digital Divide Brecha Digital, y como siempre es mucho más que un nombre o designación, es una nueva de dividir el mundo bipolar en que vivimos.

Las empresas.

Pero veamos algunos datos que nos ayudarían a ver lo que podría estar ocurriendo en las empresas y qué motivaciones podríamos mostrar con el objetivo de que visualicen su futuro.

Los economistas han dedicado ingentes esfuerzos a investigar la razón de ser de las empresas, su funcionamiento y mecanismos para lograr la eficiencia. A simple vista es obvio que obtener beneficios por los servicios o productos que venden, es su principal objetivo. En este sentido surgen preguntas como ¿por qué no invertir en un instrumento financiero que por menos esfuerzo genere también beneficios? ¿cuánto es un beneficio aceptable para decidirse a crear una empresa? ¿está dispuesto a arriesgar fondos, en determinados costos, para obtener una ganancia incierta? ¿cómo vender, a quién vender, y qué? Y si nos convertimos en emprendedores ¿cómo hacerlo de tal forma que los costos sean menores que los de la competencia? y si es una idea innovadora ¿dónde conseguir capital de riesgo que nos apoye?

Abramos un paréntesis. Contestando esta última pregunta, que es la más propicia al auditorio, y citando nuevamente cifras norteamericanas que nos dan una tendencia interesante, en los 90s las empresas ligadas a la Tecnología crecieron de forma exponencial debido al flujo de capitales orientado principamente a aquellas orientadas a la innovación e implementación de nuevos conceptos de negocios. Empresas como Amazon.com, CdNow, Yahoo, Dell obtuvieron flujos de capitales que alcanzaron la astronómica cifra de US$1.88 mil millones. Cierro paréntesis[9].

Coase hizo un aporte muy importante para lograr un acercamiento de la teoría económica al comportamiento y crecimiento de las empresas al inferir que en las bases del costo de transacción en una economía especializada de intercambio se explicaba tanto la creación de empresas como su crecimiento.[10] Según él, Premio Nobel en Economía en 1991, no precisamente por este acierto, una empresa decidirá asumir una función dentro de su organización o a agregar un proceso productivo o costo organizativo, cuando el coste marginal de producirlo sea menor que el de comprarlo en el mercado de intercambio. Una empresa que produce ese bien o servicio le asignará un precio basado en sus costos, y es adquirido en los mercados por los consumidores, tanto como destino final o como para otros destinos, como lo es por ejemplo el de integrarlo, siendo también empresario, a su sistema de producción, como materia prima.

Las empresas, que están del lado de la oferta en el mercado de bienes y servicios, tratan de producir la mayor cantidad al menor coste. De tal forma que satisfagan la demanda de los mismos. Pero también tratando de realizar ventas que le beneficien, a través de precios competitivos; de esta forma venden, pero a la vez crean restricciones para que entren nuevas empresas dado el bajo costo a que producen, usualmente por innovaciones tecnológicas o procesos administrativos eficientes.

El mercado determina los precios, en funciones de la oferta y la demanda, este es quien establece las condiciones y el lugar de intercambio.

Este mercado, como sabemos, bien puede ser la Bolsa de Valores, donde la empresa busca financiamiento a través de socios que la adquieren para producir; en el supermercado, donde los bienes producidos se venden; y en otras tiendas especializadas. En estos casos se da por supuesto que habrá suficientes recursos económicos y riquezas para vender y comprar.

Al analizar las empresas siempre sale a relucir el tema de la competitividad. ¿Quién es competitivo? ¿Por qué? Realmente ¿se esta en verdaderos esquemas de competitividad?, ¿estamos dispuestos a competir con beneficios tendentes a cero, y sin una previa acumulación de capitales que soporte este intento por sacar del mercado a otros competidores?. El implementar nuevas tecnologías podría reducir los costes para hacernos más competitivos. Definitivamente, la tecnología tiene una importancia capital para el análisis del tema de la competitividad. Y es que el cliente que demanda el producto en estos tiempos modernos, tiene a su disposición información tanto local como internacional --y si no la tiene esa es la tendencia-- del producto buscado para determinar ¿dónde puede adquirirlo a menor precio con mayor calidad y adaptado a sus preferencias? Incluso, hasta ordenar la producción del bien final a menor costo de lo que él lo produce. Esto permite la TI.

Algunos supuestos o hipótesis al analizar las ventajas comparativas en un ambiente donde reina la competencia son: 1) información perfecta para compradores y consumidores; 2) homogenidad de los sistemas de producción; 3) nulidad en los costos de transacciones[11]. Estos supuestos eran calificados como poco realistas hasta poco antes del advenimiento de esta Nueva Economía. De hecho, la OMC ha adoptado un modelo económico que les permite simular las leyes de ventajas comparativas sobre estas nuevas posibilidades que aporta la tecnología y que son poco probables en un mundo real. Utilizando el modelo denominado Hecksher-Ohlin-Samuelsson (HOS) que utiliza estos supuestos para simular el comportamiento de las variables que inciden en esta “nueva economía”, para explicar el crecimiento y comportamiento de la economía.

Los modelos de negocios que utilizan las empresas para desarrollar sus actividades están cambiando drásticamente. La Internet permite que los clientes busquen información de la empresa, hagan sus propios pedidos y paguen los mismos. Evitando que la empresa dedique personal a tomar las órdenes, y por tanto se reducen los errores por productos no solicitados y aún muestran al cliente catálogos tridimensionales donde pueden no solo ver la selección de productos en oferta, sino hasta adaptar el producto que demanda a sus gustos y conveniencias. Estas solicitudes ingresan directamente a los sistemas y activan la distribución.

Hasta muy recientemente los países en desarrollo descartaban la idea de dedicarse a la industria de servicios. Estudios recientes han identificado que los países industrializados generan entre el 60-70% de sus ingresos en base a la industria de los servicios[12]. Tal vez el enfoque tradicional de servicios ha evolucionado a la forma en que estos países lo ven. Por ejemplo, la innovación. En la manufactura la innovación implica que una empresa introduce un nuevo producto o lo mejora a través de un nuevo proceso de producción. Sin embargo en el sector de servicios la innovación se relaciona más al cambio en el cómo, dónde y cuándo un servicio se entrega. Por ejemplo, la Banca Electrónica es una forma innovadora de proveer servicios de banca tradicionales que el cliente puede utilizar desde sus hogares, a cualquier hora. Incluso, la innovación en los servicios no necesariamente está basado en el uso de la tecnología, sino también en reingeniería de procesos. Por ejemplo, las cadenas de comida rápida como McDonalds, han aplicado técnicas innovadoras para acelerar el tiempo de servicio a los pedidos de los clientes en sus restaurantes, introduciendo herramientas de “justo-a-tiempo”.

Empresas de servicios que en la actualidad aprovechan las ventajas de la tecnología y como consecuencia logran reducciones de costos importantes en estos canales de distribución son las de distribución de softwares (98%!), líneas aéreas (87%), la banca (89%), seguros de vida (50%)[13], etc. Veamos por ejemplo el caso de la Enciclopedia Británica, que cuesta aún en la actualidad algunos US$1,500.00 a US$2,000, y cuyos costos de producción sólo alcanzaban el 5% del precio final. Las ventas a través de canales tradicionales representaba el 95%. Sin embargo, versiones digitalizadas de Enciclopedias como la Encarta cuesta alrededor de US$50.00 y usualmente se regala al ser adquirido algún producto software de multimedios[14]. Finalmente la Empresa editora de la Enciclopedia Britántica, aún cuando trató de adaptarse a los tiempos la vendió por la drástica reducción de precios que la competencia le obligaba a adoptar.


Esta revolución permitirá a cada empresa concentrarse en elementos que incidan en crear valor y diferenciación con respecto a los de la competencia, dejando a la tecnología tomar el cargo de procesos administrativos cuya burocracia reduce la rapidez de respuestas a los clientes. Existe evidencia estadística de lugares donde la innovación en los servicios es más agresiva que en el de la manufactura. En 1997, 55% de todas las empresas de Francia que utilizan el conocimiento intensamente mostraron mayor innovación que el 45% de empresas dedicadas a la manufactura. De hecho en países como Canadá, que miden la inversión en investigación y desarrollo (I&D) de servicios ha pasado de menos del 5% en 1980 a casi el 30% en 1995[15].

Una economía basada en la información es aquella donde se presentan economías de escala y las ventajas de quienes se arriesgan a dar al primer paso podría traducirse en el crecimiento a costa de grandes compañías con un posicionamiento de mercado dominante, pero que trabajan a altos costos. La globalización ha llevado a la fusión, alianzas y reorganización de muchas industrias, reduciendo el número de productores independientes mundialmente. Este proceso se facilita por que los costos de telecomunicación son cada vez más bajos, así como los de TI que ya mencionamos más arriba[16].

La Banca

"La banca no llegará a la obsolescencia, pero su definición actual como negocio sí, específicamente en términos del concepto de un Banco como integrador de negocios donde múltiples productos se originan, son empaquetados y vendidos de forma cruzada a través de canales de distribución propietarios "[17].

La administración del dinero es la razón de ser de la Banca, pero dinero y banca no nacieron juntos. Hace muchos siglos que el dinero fue creado, Herodoto lo atribuyó a los lidios[18]. Marco Polo documentó parcialmente el uso de la moneda en la Gran China, que se cree la crearon mucho antes que los lidios[19]. Pero en definitiva, su función como moneda, desde el principio fue facilitar el intercambio de bienes y servicios. Esta, ha presentado apariencias diversas, desde sal o huesos pasando por metales y billetes hasta presentarse en la actualidad bajo apariencias plásticas y tan abstracta como combinaciones ceros y unos codificados electrónicamente.

Fuera de la historia, registro de nuestro pasado, consejo de nuestro futuro, ¿cuáles son los alcances actuales de la banca? ¿Dónde no está presente?. Incluso en países que practican religiones como el Islam, que condenan la generación de intereses a los préstamos[20], allí está la banca, ofreciendo servicios y adaptándose con creatividad a las regulaciones y leyes establecidas. Pero sin dudas su mayor fortaleza es allí donde existe la propiedad privada.

En la Banca, como sabemos, la intermediación finaciera es la actividad que la define, recibir depósitos o canalizar financiamiento; pero, en este sentido, se diversifica a través de diferentes tipos de instrumentos, cuando asume el rol de banca de inversión para asistir a las empresas a colocar acciones o bonos; o como banca hipotecaria para apoyar el desarrollo de infraestructura física. También a otros tipo de instituciones afines como las Asociaciones de Ahorros y Préstamos, reciben depósitos de bajo costo para canalizar préstamos de largo plazo, también en condiciones especiales de financiamiento.

Sin embargo, esta ha incursionado en actividades y servicios adicionales a los que estamos acostumbrados a recibir, como lo son la canalización de transacciones internacionales ya sea vía SWIFT o EDI; servicios como la Tarjetas de Crédito o Débito, el uso de herramientas tecnológicas como los Cajeros Automáticos, establecen nuevos canales de pago para conveniencia de las empresas y los consumidores en general.

En nuestro país incluso tenemos el caso de empresas como ATH Dominicana o más recientemente CARDNet, que se han dedicado, exitosamente, a absorver el procesamiento de este tipo de transacciones.

La aceptación por los clientes de este tipo de transacciones a través de canales alternos como son los Cajeros Automáticos (ATMs), o Puntos de Ventas (POS), donde al cliente se le asigna un tarjeta de débito relacionada a su cuenta y que puede utilizar tanto para pagar sus compras o retirar efectivo, la acogida en nuestro país ha sido extraordinaria pues estas se incrementaron por un factor de 7.5 desde 1996, cuando se realizaron 4.3 millones, hasta el 2000 donde se realizaron 30.0 millones de transacciones[21].

De ser realizadas en ventanillas, estas transacciones hubieran costado a la Banca aproximadamente RD$42.00 por cliente (US$3.00); sin embargo, en los ATMs y POS, les cuesta aproximadamente RD$3.40 (US$0.20). Por lo que se han ahorrado en costos, aproximadamente la suma de RD$84 millones, y seguramente con un servicio de mayor eficiencia traducido en agilidad, calidad y disponibilidad a toda hora.

Las compañías de software lucen con tendencias a competir con la Banca en brindar servicios de intermediación financiera. Paradojicamente la Banca, desde hace algún tiempo, gracias a su creatividad, flexibilidad y olfato para los negocios, ha desarrollado aplicaciones automatizadas que brindan facilidades a sus clientes empresariales para auto-administrar sus cuentas desde sus propias empresas. Estos servicios están englobados dentro de la Banca Electrónica o PC Banking, y fue de los primeros que se ofreció a las empresas por la Banca: primero para consultas; y luego, para realizar transacciones y administrar las cuentas.

Una empresa norteamericana, Mentis Corporation, estimó que el 90% de los Bancos están planeando mover estos servicios a Internet[22]. La realidad es que se necesita reforzar la Internet en aspectos como seguridad[23], confiabilidad e intercambio de información vía archivos que son procesados en línea. De hecho para clientes personales esto no sería complicado, pero para clientes empresariales, que no sólo tienen más de una cuenta, sino cientos de transacciones por cuenta diariamente, resultaría fastidioso.

La Banca Electrónica o Banca en Línea se presenta con los mismos temores que provoca la apertura comercial ante la globalización de las economías mundiales. Sin dudas, trae sus riesgos y vulnerabilidades, aspectos en los que la Banca tiene cierto nivel de especialización. La Banca está interconectada mundialmente y, con el desarrollo de los mercados de capitales, cuya movilidad meteórica les permite transferir estos instantáneamente de un lugar a otro del planeta, en función ya sea de la estabilidad o volatilidad de los mercados. Estos movimientos muchas veces espantan y dejan en situaciones de desventaja a aquellos que son víctimas de esas ondas especulativas, que con frecuencia se producen más por efecto psicológico que por razones tangibles y reales. Y es que en estos tiempos los inversionistas, empresas y clientes demandan libre movilidad para su capital, esto es para sus inversiones como forma de evitar riesgos innecesarios.

Pero internamente la Banca ofrece otros servicios que resultan costos en la forma actual. Una de las operaciones más costosas de la banca es el procesamiento de cheques. Son pocas los clientes empresariales en nuestra República Dominicana que aprovechan la eficiencia que les ofrece la tecnología bancaria. Todavía los empresarios utilizan el mecanismo del sistema de tránsito de cheques vía cámara de compensación, la cual aún no está automatizada. Los clientes, bajo este esquema, se resisten incluso a incurrir en el uso abierto de la tecnología bancaria, pues resulta una ventaja financiera pagar y esperar unos días aún con los fondos en la cuenta bancaria, bien sea generando intereses, bien sea manteniendo disponibilidad. Según el Banco Central, la cámara de compensación procesaba en 1996 23 millones de cheques, en el 2000 27 millones[24], lamentablemente no tenemos costos asociados a este proceso. En la actualidad se está en vía de automatizar la cámara a través de una compañía externa que ofrecerá este servicio[25]. La Banca internamente, ha automatizado sus procesos digitalizando las imágenes de los cheques para reducir el almacenamiento e incluso permitir a los clientes consultarlos en línea, incluso al menos un Banco nacional, BanCrédito lo ofrece a través de los servicios de Banca por Internet[26].

Otras iniciativas en este sentido sea asumido por el sector privado, como una nueva modalidad de intermediación de servicios como lo ha sido --lo mencionamos más arriba-- la centralización de procesamiento de transacciones electrónicas de Cajeros Automáticos[27] y Tarjetas de Crédito[28].

Viendo experiencias paralelas, en EE.UU. la cámara de compensación de cheques (Automatic Clearing House Asociation, ACH) fue automatizada a principios de los 70s. Han estimado que la automatización de cheques vía pagos electrónicos, podría ahorrar, anualmente, aproximadamente US$30.0 mil millones[29]. En 1998 estimaron en 64 mil millones la cantidad de cheques que circularon anualmente en el sistema[30].

En otro orden, la Banca ha estado cobrando las facturas de las empresas de servicios públicos a través de las ventanillas de servicios desde hace un par de décadas, ahora, con el uso de la tecnología cobra nuevas formas de eficiencia. Los clientes del Banco realizarán pagos electrónicos que acreditarán instantáneamente a la cuenta del suplidor de servicios públicos desde sus cuentas personales o empresariales, desde sus propios hogares. En EE.UU. el ahorro de costes de facturación y cobro vía Internet en colaboración con la Banca u otras empresas especializadas alcanza hasta un 71%, bajando su costo desde US$2.22 hasta US$0.65.[31] Acá no tenemos cifras de a cuanto es el costo, pero intuímos, que con las deficiencias de los servicios de mensajería, que por otro lado el sector privado ha desarrollado con cierta calidad en los últimos años, más los costos asociados a la impresión y distribución de las facturas, recibir los pagos de los clientes, y llevar finalmente los depósitos a los bancos; los costos podrían más que duplicar esta cantidad de los EE.UU.

Es importante señalar, bien sea como paréntesis, que uno de los elementos por los que en EE.UU. se dispone de gran riqueza de estadísticas en este sentido, es debido a que la mayoría de empresas son públicas, pues cotizan en los mercados bursátiles, por lo que tienen la obligación de informar las mejoras administrativas y financieras que se implementen para motivar expectativas positivas en relación a su valor de mercado y por tanto fortalecer la credibilidad y el cumplimiento de sus metas. En nuestro país apenas una empresa de telecomunicaciones cotiza en Bolsa y por tanto es posible conseguir información real sobre sus operaciones, pero en un país como el nuestro, que goza de poca transparencia eso podría ser más una desventaja. Sin embargo, recientemente esta empresa TRICOM recibió reconocimientos internacionales de la buena gestión que ha realizado.

Comparando estas estadísticas con el conocimiento informal que tenemos de la industria, coincidimos en pensar que los costos a ese nivel es una meta entre el mediano y largo plazo, y depende también de que así como se implementen nuevas tecnologías, las empresas al sustituir los procesos anteriores, racionalmente, eficienticen sus procesos.

Los beneficios de eficiencia y reducción de costos en la banca por automatizar sus canales alcanza hasta un 89% al reducir sus costos en canales tradicionales (ventanilla) US$1.08 a US$0.01 vía Internet.[32] El alcance de la distribución de estos servicios será aún de mayor incidencia, ya que la mayoría de estos servicios se brindan a clientes empresariales. Con la implementación de estos servicios en canales tan populares y tan densamente utilizados como lo son los celulares, la incidencia será aún mayor. Según un estudio de reciente publicación por Lafferty, especializados en este tipo de investigaciones, aseguran que la ubicuidad, la portabilidad y la seguridad que garantizan harán este canal de servicios ideal para realizar transacciones masivas. Incluso estiman que para 2005 el 90% de los europeos tendrán celulares, comparado al 70% del mercado EE.UU[33].

Los productos y servicios que ha desarrollado la Banca para aumentar la eficiencia de las empresas va desde la generación de intereses sobre cuentas corrientes, hasta la facilidad de que los empleados y suplidores cobren sus servicios vía débitos directos a cuenta.

Aunque en la actualidad esta reducción de costos y aumento de eficiencia son visibles en las empresas que los implementan, esto no se traduce en una reducción de los precios de venta al consumidor. Entre 1997 y 1998 se realizaron cuatro encuestas por cuatro empresas dedicadas a la investigación analizando el impacto del comercio-e en los precios. Solo una de ellas encontró evidencias de reducción de precios. Esta encuesta, realizada por la empresa Ernst & Young[34], determinó que aunque los costos de envío e impuestos no estaban incluidos, los precios de los productos vendidos en línea estaban, para el 88% de los productos rebajados en aproximadamente un 6%.

Conclusión

¿La modernidad nos acorrala?. Conceptos como competitividad, eficiencia, globalización se nos presentan aquí como sinónimos, allá como retos, y en lontananza como oportunidades.

Lo cierto es que la Banca, contrario a la opinión del Sr. Gates quien ha expresado que son unos dinosaurios[35], es de las instituciones pilares y que con mayor rapidez se adapta a los tiempos con su espíritu creativo, emprendedor y su fino olfato para detectar oportunidades de negocios y apoyar al desarrollo de la sociedad.

En nuestro país se puede decir sin temor a equivocarnos que la Banca es la que guía la importación de nuevas tecnologías con el objetivo de eficientizar sus operaciones y ofrecer servicios competitivos a sus empresas aliadas, pero ante todo garantizar la seguridad y confianza de todos.

Las empresas en sentido general también se van automatizando, y recibiendo estos servicios bancarios en línea, con frecuencia hechos a la medida para ellos por la Banca.

Pero es con la presencia de empresas multinacionales, usualmente privatizadoras de servicios públicos o en competencia con las compañías de telecomunicaciones, más exigentes en este tipo de soluciones que fortalezca su eficiencia, y reduzca los costos administrativos, que la Banca local ha tenido que innovarse impulsada por las oportunidades que se crean al ofrecer este tipo de servicios.


Es nuestro más humilde deseo, que este trabajo haya aportado a la compresión de este interesante fenómeno que como sangre nueva corre a través de todos, incluyendo a la Banca, dinamizando y expandiendo nuestras oportunidades en este entorno globalizado.

Obras y citas :

[1] McLuhan, Marshall. Entender los medios: las extensiones del hombre. 1964.
[2] Ibid.
[3] Platón, Fedro. Barcelona, Círculo de Lectores (Biblioteca Universal, “Clásicos Griegos”), 1995.
[4] Gates, William. The Road Ahead. New York. 1996. Traducción libre.
[5] OECD. The Economic and Social Impact of Electronic Commerce. Washington. 1999.
[6] Baily, Martin. OECD Observer. Innovation in the new economy. Octubre, 2001.
[7] : The Digital Economy II. US Department of Commerce, 1999.
[8] En 1999 la cantidad de usuarios de internet era 171 millones, estos 400 millones son del 2000, los usuarios se han más que duplicado. http://www.nua.ie/surveys/how_may_online/index.html. Los estimados para 2001 pueden conseguirse en http://www.census.gov/ipc/idbnew.html
[9] Entre 1995-1997 de acuerdo a un estudio de la PriceWaterhouse, el capital de riesgo orientado a negocios enlína ascendió desde US$134 millones US$1.88 miles de millones. Siebel, Thomas; House Pat. CyberRules, Strategies for Excelling at E-Business. Currency Doubleday. 1999.
[10] Coase, Ronald H. La Naturaleza de la Empresa. Alianza Editorial. 1993.
[11] OECD. Op. cit.
[12] Pilat, Dirk. No longer services as usual. OECD Observer. November 23, 2000. http://www.oecdobserver.org/news/fullstory.php/aid/384.html
[13] OECD. 1999. Op. Cit.
[14] OECD. The Economic & Social Impact of Electronic Commerce. Op. Cit. P. 95.
[15] Pilat, Dirk. Op. Cit.
[16] Ibid.
[17] Evans and Wurster, 1997.
[18] Herodoto, Los nueve libros de la historia, Madrid, Perlado, 1905. Tomo I. Libro I, pág. 73. Citado por Galbraith, John Kenneth, Historia de la Economía, Barcelona, Editorial Ariel, 1989 y 1993. Es generalmente aceptado que los chinos fueron los primeros en acuñar monedas de plata, incluso el papel moneda.
[19] Polo, Marco. El libro de la maravillas. Clásicos Italianos. Círculo de Lectores. Barcelona. 2000.
[20] Santoni, Eric. El Islam. Flash, Acento Editorial. Madrid, 1997, p. 30-31. El Corán prohíbe percibir intereses sobre cualquier dinero prestado; partiendo de este principio, la banca ha introducido una enorme variedad de reformas en el sistema bancario, pues el dinero no-bancarizado equivale a unos cincuenta mil millones de dólares, y los bancos islámicos no se equivocan al utilizar todos los medios a su alcance para atraerse estos capitales.
[21] ATH Dominicana. 2001. http://www.ath.com.do. Fundada en 1996 para procesar transacciones electrónicas de débito como switch vía Cajeros Automáticos y Puntos de Ventas. Están desarrollando proyectos para procesar también la Cámara de Compensación Automática (ACH o Automatic Clearing House).
[22] Mentis Corporation, 1999. Citado por Brinkman, Mark. PC Banking is NOT Dead – Now That’s a Claim You Can Bank On, Key Issues Banks Must Consider in the Realm of E-commerce (La PC Banking NO ha desaparecido– puedes decirlo a los cuatro vientos: Elementos claves que los Bancos deben Considerar con el advenimiento del comercio-e), Marzo 1999, BankInfo.com, http://www.banking.com/ecomm/dead.html
[23] International Communications Research. Consumer Attitudes Toward Online Financial Services. American Express. 1999. En este trabajo, una encuesta de American Express hecha en Reino Unido, Italia, Japó y EE.UU. mostró que el 79% muestra preocupación por aspectos de concernientes a seguridad y privacidad, aunque el 45% estarían dispuestos a realizar transacciones. http://www.epaynews.com/statitistics/bankstats.html
[24] Banco Central de la Rep. Dom. Boletín Trimestral Julio-Septiembre 2000. http://www.bancentral.gov.do/pubeco.html#boletin.
[25] A la empresa ATH Dominicana le han sido concedidos los derechos para ofrecer este servicio.
[26] El Banco de Reservas y el Banco Popular Dominicano, los más grandes del sistema, iniciaron este proceso desde 1998. El Banco Nacional de Crédito en 1999.
[27] ATH Dominicana, desde 1997 está procesando transacciones de los distintos bancos, alcanzando 30 millones de transacciones en el año 2000.
[28] CARDNET, desde este año 2000, se constituyó con el objetivo de procesar transacciones de crédito y débito en puntos de ventas (Point of Sale, POS).
[29] Litan and Niskanen, 1997. Citado por OECD. The Economic and Social Impact of Electronic Commerce. Washington. 2000, p.73.
[30] ePaynews. ePayments Resource Center. http://www.epaynews.com/statistics/bankstats.html. Statistics for Online Banking. 2001.
[31] IBM, 1998. Citado por OECD. The Economic and Social Impact of Electronic Commerce. Washington. 2000.
[32] Booz-Allen & Hamilton, 1998. Citado por Citado por OECD. The Economic and Social Impact of Electronic Commerce. Washington. 2000.
[33]Arnfield, Robin. Mobile Banking and Payments: Winning in the M-Commerce Marketplace, Lafferty, Septiembre 2001.
[34] Ernst & Young. Comparison of 3 on-line and off-line vendors for 32 consumer products. January 1998. http://www.ey.com/wired/pricingsurvey
[35] Luego Gates tuvo que retractarse rectificando que lo que quiso decir fue que “los sistemas que poseían los bancos eran obsoletos”. Sterett Pope, Gates talks to the Dinosaurs. Retail Bancer Int’l, Dec. 15 1995, p.4.

El dinero


Uno de los temas que más ha sido tratado en los estudios sociales, económicos y políticos es el del dinero. Esto es debido al fuerte impacto que tiene en las sociedades en que se ha desarrollado. Y es que el desarrollo de una civilización se mide precisamente por el desarrollo de su comercio, y del medio por el cual realiza dichos intercambios.

Aunque es posible el desarrollo de actividades económicas con el uso del trueque, sabemos que en dicho tipo de comercio debe haber una doble coincidencia de deseos que no siempre se da para la mayoría de los productos. Es sabido que el trueque solo se da en pueblos que han alcanzado poco grado de desarrollo o viven en una economía de subsistencia. Y que el comercio es una actividad que con frecuencia aparece en aquellos lugares donde la sociedad ha alcanzado un elevado grado de desarrollo político y social, como diría Montesquieu (1689-1755) “(..)el comercio cura los prejuicios destructores. Es casi una regla general que allí donde hay costumbres apacibles existe el comercio y que allí donde hay comercio hay costumbres apacibles (..)”[1]

La aparición del dinero no es reciente. Según Herodoto[2], en Clio, los griegos aprendieron el arte de acuñar monedas de los lidios, y --al parecer-- estos lo aprendieron de los chinos[3]. Si nos remontamos al tiempo en que los lidios tuvieron en la cúspide de su civilización –hablamos del año 557 AC aproximadamente— y que estos lo aprendieron de los chinos. Estamos hablando de que el uso del dinero –en forma de moneda-- data de hace más de dos mil quinientos años.

Para que el dinero tenga valor, lo primero que debe ocurrir es que haya una organización social compacta en las cuales se tengan leyes, y puesto que la propiedad es lo que nos da riquezas, y dichas riquezas están representadas por el dinero, solo las leyes pueden establecer a quién pertenece tal o cual propiedad. Pues en sólo en las sociedades tribales la propiedad la establece la fuerza donde cada cual “(..)transforma su fuerza en derecho (..)” y los sometidos, “(..) la obediencia en deber (..)”[4]. Este punto es muy interesante y ha sido tema de análisis desde la antigüedad por figuras como Aristóteles (384-322 AC) , Jenofonte(428-348 AC), Cicerón[5], etc.

Por lo tanto, “(..)la moneda es un signo que representa el valor de todas las mercancías. Se toma un metal para que el signo sea duradero, se gaste poco por el uso y sea susceptible de muchas divisiones sin que se destruya (..)”[6]

Pero no siempre se utilizó en forma metálica, ni acuñado. Montesquieu nos refiere que en Atenas antes de aprender a acuñar monedas utilizaban los bueyes según su edad en meses como dinero–de hecho cuando utilizaron monedas estampaban sus bueyes en ellas como denominación--, los romanos utilizaban tierras y ovejas; y los abisinos sal[7].

La plata aparenta haber sido el metal más utilizado para la acuñación y representación del dinero. Dice Galbraith, “(..)durante toda la larga historia del dinero, la plata ha sido de lejos el más importante de todos los metales. Con plata se pagó la entrega de Jesús a las autoridades locales; la plata, y no el oro, fue el gran tesoro del nuevo mundo; el oro fue adoptado por la comunidad internacional europea como medio internacional solo en el decenio de 1870; por Estados Unidos a partir de 1873, y no sin dificultades (..)”[8].

Uno de los problemas con los que ha luchado la sociedad desde que la acuñación de monedas es posible lo ha sido la lucha contra la falsificación y envilecimiento metálico de las monedas. Cada reino acuñaba sus monedas, imponía su sello, y estas se supone equivalían a una fracción de la máxima unidad. Sin embargo, con fines de lucrarse y aumentar la cantidad de dinero, el valor de las mismas se veía adulterado al utilizar aleaciones con otros metales, que aparentaran ser igual al original. Esto trajo como consecuencia que se desarrollara un sistema que permitiera determinar el verdadero valor del dinero. Fue a fines del siglo XVI, principios del XVII que el Banco de Amsterdam se hizo pionero en la certificación del valor de las monedas, pues verificaba y emitía un recibo del depósito que recibía. Esta operación en la cual dicho Banco hacía el papel de custodio del dinero, trajo como consecuencia la creación de instrumentos de cambio como son los sistemas de cheques, billetes, que aumentaba la cantidad de dinero en existencia. Luego de hacerse popular este tipo empresas, buscaron la colocación de préstamos con bases a los fondos que manejaban, aumentando nuevamente la cantidad de dinero en existencia. Por lo tanto varias operaciones no sólo aumentaban dicho dinero, sino que traían importantes beneficios para los bancos que operaban de dicha forma, colocando dinero y obteniendo rentas como intermediarios.

Debido a esta creciente especulación fruto de la emisión no regulada del dinero, fueron apareciendo los bancos centrales, siendo en Inglaterra uno de los principales países pioneros de dicha regulación con la creación del Banco de Inglaterra (1694) . Dicho banco tenía el derecho exclusivo de emitir papel moneda. A esto en principio se dedicaba el banco central.

Pero no fue hasta 1911 donde la actividad monetaria cobró importancia desde el punto de vista gubernamental para el control de la economía a través del dinero. En dicho año, Irving Fisher, estudiante de Yale, con su obra The Purchasing Power of Money, estableció formalmente la relación de los precios con la cantidad de dinero.

Dicha fórmula, “tan conocida y revolucionaria en economía como es la de Einstein en la Física”[9], originó la noción, “seriamente sediciosa” de que modificando la oferta de dinero en la ecuación de cambio sin alterar los demás términos, en especial la velocidad y el volumen de transacciones, es posible subir o bajar el nivel de precios. Es decir los movimientos ascendentes podían detenerse reduciendo la oferta de dinero, y lo que era más urgente para aquellos días, los precios podían elevarse mediante el incremento de dicha oferta. Con dicha ecuación nació el aparato teórico del monetarismo, que sería objeto del más intenso debate económico en los decenios 1970 y 1980.

Sin embargo, en 1935 John Maynard Keynes, en su Teoría General del Desempleo, el Interés y el Dinero estableció no sólo las características propiedades y uso del dinero, sino que definió las bases en que puede resultar óptimo su uso. Determinó los motivos conductuales que impulsan al consumo. Definió ocho motivos para los individuos y cuatro para las empresas. Pero se podrían resumir en los siguientes:

1. Para realizar transacciones: que implica la adquisición de bienes y realización de pagos.
2. Como precaución: para hacer frente a situaciones de contingencia e imprevistos.
3. Para especular: pues debido a la incertidumbre sobre el valor monetario y otros activos que tienen los individuos, se busca mantener o incrementar su valor.[10]

John Maynard Keynes realizó su Teoría General para rechazar los argumentos de los economistas clásicos con respecto a la política de laissez-faire que considera deben seguir los gobiernos, es decir dejar libremente al mercado el “control” de la economía. En esta también postula darle al estado un papel más activo en el desarrollo de la economía, este papel que se conoce como política fiscal, influyó notablemente en las políticas realizadas por los gobiernos a mediados de siglo.

Luego en la década de los 60s Milton Friedman, propuso la teoría del Monetarismo, basada en los estudios de Irving Fisher, a quien ya hemos mencionado. Y consiste en el manejo por parte del Banco Central de una política monetaria, que permita el crecimiento de la economía, reduciendo la inflación a largo plazo.

En nuestros días ambas teorías –el monetarismo y el keynesianismo-- pueden convivir, y conviven, siempre que se formulen sobre bases reales. Y estas bases reales consisten en elaborar y ejecutar un presupuesto equilibrado por el lado de la política fiscal, haciendo énfasis en la educación e infraestructura y, por el otro lado, de la política monetaria, garantizar la independencia y transparencia del Banco Central.
Los economistas definen las funciones del dinero porque representa su papel como:

1. Medio de Cambio: pues evita la necesidad de coincidencia de deseos.
2. Depósito de Valor: Porque es un activo que mantiene su valor con el paso del tiempo
3. Unidad de Cuenta: Pues en base a ella se miden los precios y se llevan las cuentas.
4. Patrón de pagos diferidos: las unidades monetarias se utilizan en transacciones a largo plazo, como los préstamos, por ejemplo.[11]

El dinero como hemos visto ha sido fundamental para el intercambio de bienes en las sociedades a través del tiempo, unas veces representado en animales y productos agrícolas, otras en metálico y en el futuro quién sabe[12], pero a fin de cuentas, el dinero se ha mantenido siendo el símbolo en que se mide la riqueza de las naciones…

Obras Consultadas y Citas :


[1] Montesquieu. Del Espíritu de las leyes. Editorial Tecnós. 2da. Edición. 1993. Madrid. pp.221
[2] Citado por Montesquieu. Op.Cit. pp.261.
[3] Este ultimo dato lo menciona John K. Galbraith. Historia de la Economía. Ariel Sociedad Económica. De. 7ma. Edición. Barcelona, pp. 154.
[4] Jean Jacob Rousseau. El contrato social. Editorial Edaf. Madrid. 1991. Pp. 45.
[5] Cicerón decía “(..) suprimid la ley civil, y nadie sabrá lo que es suyo propio y lo que es de otro hombre (..)” Citado por Thomas Hobbes. Leviatán o la Materia, Forma y Poder de una República Eclesiástica y Civil. Fondo de Cultura Económica. México. 2da. Edición. 1980. Pp. 203.
[6] Montesquieu. Op.Cit. pp.261.
[7] Citado por Montesquieu. Op.Cit. pp. 265. La sal como forma de pago no duró mucho tiempo, ese tipo de pago carecía de la característica de durabilidad necesaria… se derretía.
[8] John K. Galbraith. Op.Cit. Pp 25.
[9] John K. Galbraith Op.Cit. pp. 168
[10] John Maynard Keynes. Teoría General del Desempleo, el interés y el dinero. Editora Alfa y Omega. Santo Domingo. 1986. Pp. 102-104.
[11] Rudiger Dornbusch, Stanley Fisher. Macroeconomía. Mc Graw Hill. 6ta. Edición. Madrid. 1994. Pp419-420.
[12] En la actualidad está muy en boga el uso de tarjetas electrónicas inteligentes para almacenar y negociar con el dinero, extrayéndolo de distintos tipos de cuentas.

La constitución... ¿un pedazo de papel?

A principios del siglo XIX, específicamente el 2 de mayo de 1815, el rey de Prusia, Friedrich Wilhelm III prometió dar una constitución a su reino, para motivar la expulsión de Napoleón de su territorio. Una vez echado Napoleón, olvidó la promesa.

A partir de entonces se generó una lucha de poderes de las diferentes clases dominantes en ese período histórico de la antigua Prusia, hoy Alemania. Fundamentado en un régimen feudal, pero que marchaba velozmente hacia una nueva sociedad influida por el espíritu revolucionario que Napoleón había llevado en su permanencia.

La sociedad instituida a la sazón luchaba con acritud entre las diferentes clases que la componían: militares, aristócratas, burgueses y obreros. Lucha que llegó a su punto más álgido con el precedente de marzo de 1848 cuando la burguesía y la clase obrera se unieron contra la monarquía y la aristocracia obteniendo aunque triunfos simbólicos, bases teóricas determinantes.

Decimos triunfo simbólico, pues aunque esa constitución estableció el estado de derecho demandado por la sociedad, los elementos que esta incluía eran más que todo aspiracionales. El poder real, es decir el militar y económico, era detentado por la aristocracia, que ostentaba una actitud intolerante al cambio. De hecho, el 17 de abril de 1847, un año antes de esos acontecimientos, se hizo famosa la frase de Friedrich Wilhelm IV, heredero del rey anterior, mencionado más arriba, célebre por la audacia con que fue pronunciada como por el cinismo político que significa, y de todos nosotros conocida pues alude a la constitución, y en la que expresaba. Veamos: “Me creo obligado a hacer aquí la solemne declaración de que ni ahora ni nunca permitiré de que entre el Dios del cielo y mi país se deslice una hoja escrita a guisa de Segunda Providencia...” y cuya hoja escrita fue bautizada por Lasalle como “pedazo de papel”, pues no estaba sustentada en un proceso de negociación participativa de los diferentes sectores nacionales de Prusia, sino que fue la propuesta teórica de la clase burguesa y obrera a quienes detentaban el poder real.

Este señor, Ferdinand Lasalle (1825-1864), figura protagónica en esas luchas políticas y de clases, dictó una serie de conferencias tratando de concienciar a la sociedad de la importancia de una constitución[i].

Lasalle discurriendo pacientemente, descomponiendo las partes, explicándolas detalladamente a través de argumentos claros, razonables y entendibles llega a la definición de que en esencia la Constitución, es la suma de todos los factores de reales y efectivos que rigen en la sociedad.

Sin embargo, decía que esa definición, para ser traducida, necesitaba ser asentada en un documento jurídico donde se establezca un estado de derecho, y en el que para ser redactado deberían participar los diferentes sectores que componen la sociedad de ese país. Sólo de esa forma integrada, consensuada y negociada entre esos sectores se lograría una constitución equilibrada que refleje los derechos, el carácter real y los deseos de superación sobre la cual se desarrollaría la sociedad que la redacte.

Porque la Constitución es la que garantiza el respeto igualitario, desde un punto de vista jurídico, de los integrantes de la sociedad. Y decimos desde un punto de vista jurídico, pues es un secreto a voces, y permítanme decirlo también en voz baja, que otro tipo de igualdad no existe, ya que la naturaleza misma dota a cada cual con aptitudes, habilidades, vicios y virtudes diferentes que le ayudan a obtener los éxitos o caer en fracasos de los que se hacen merecedores por su actuar. Obviamente, las leyes deben estar bien redactadas, esto es orientadas al bien común; que fortalezcan y premien la virtud sobre el vicio, lo cual siempre será deseable en una sociedad ideal como en la que nos gustaría llegar a vivir.

Si no existieran esas leyes que nos dan una igualdad social --y a las que estamos suscritos desde que nacemos, pero luego refrendamos al convertirnos en ciudadanos--; a través de ese “Contrato Social” que es la Constitución, entonces esas aptitudes con las que nos dota la naturaleza no sólo acentuarían nuestras diferencias, sino que –y aquí parafraseo al filósofo francés J.J.Rousseau (1712-1778)[ii]justificarían la adopción de la ley del más fuerte o ley del garrote, convirtiendo la fuerza física en derecho y el temor en deber.

Lamentablemente nuestra conciencia, nuestros deseos de superación, nuestra visualización del desarrollo de nuestra familia, y esta de sociedad en que vivimos, no aceptan una vuelta atrás.

Estamos ante una crisis dirían los pesimistas históricos (o los realistas bien documentados como definirían otros). Pero las crisis son una oportunidad para fortalecer el debate de las ideas, aspiraciones y derechos –si es que vivimos en una verdadera democracia—. Ya las decisiones no deben descansar sólo en los partidos políticos, en los gobiernos de turno o en los legisladores, detentadores del poder real: deben cedernos participación en las decisiones a nosotros —a Ud., a mí y a todos los ciudadanos tanto individuales como organizados-- derechos reales de poder. Tenemos las huelgas, que adolecen de un estigma grave que las ha desprestigiado. También las encuestas que son una forma anónima de opinión, que establecen tendencias pero no obligan a nada.

Sin embargo, queremos decir lo que pensamos, que nos escuchen Nuestra opinión no puede demorar tanto como cuatro años, e incluso no debe ser objeto de reinterpretación, revisión y/o extensión sin nuestra participación. Las crisis que desde siempre se han sucedido no han contado con nosotros, ciudadanos ricos o pobres, con negocios o empleados, saludables o famélicos, maduros o inmaduros, pertenecientes a partidos políticos o no, analfabetos o estudiados.

Queremos una constitución, pero una constitución en la que estemos representados. No un pedazo de papel, escrito con lápiz de carbón, cuya borra manchada ha hecho ilegible su contenido. No, redactémosla en letras de oro, para que aprendiéndola y asimilándola sea nuestro marco conductual y de desarrollo en nuestra sociedad.

Tenemos precedentes: según nos cuenta Tito Livio, clásico de la literatura latina, en su obra “La Legendaria Roma”[iii], las leyes romanas se redactaron, luego de mucho debate, mediante adaptaciones de otras leyes y una asamblea de prestigiosos representantes de la sociedad de la época, dando lugar al famoso “código de las doce tablas”, compendio de leyes que desde entonces fue memorizada de forma obligatoria por todos, desde la niñez.

Nuestra constitución que como todos sabemos ha sido modificada casi dos decenas de veces desde su lanzamiento a mediados del siglo XIX, seguirá siendo modificada tantas veces como crisis u oportunidades políticas se presenten, si no agregamos recursos legales que distribuyan más el poder y aumenten nuestra participación, nos den voz y voto.

Para la redacción de esta carta sustantiva, es justo tomarnos el tiempo requerido, pues es una tarea delicada, que exige virtud, responsabilidad y dedicación. Debe iniciarse su modificación cuanto antes sin prisa, pero iniciar ahora, no para insertar elementos particulares y ridículos que fortalezcan el continuismo, el despotismo y la ineficiencia, sino reflejando el espíritu de superación de nuestra sociedad, que quiere desarrollarse acercándose a la virtud y a la libertad social que merece bajo las normas que el espíritu de leyes justas y cristianas predica.

Mi deseo en este momento reiterativo de nuestra historia es que la luz de la virtud prevalezca en la conciencia de nuestros líderes, cuyo legado nos sirva de faro y pavimente el camino hacia el futuro; obstaculizándo la permanente y tradicional anarquía o el desorden social que han prevalecido en nuestra sociedad desde el mismo descubrimiento.

Obras consultadas:----

[i] Lasalle, Ferdinand. ¿Qué es la Constitución?. Ediciones El Aleph. 1999. Extraído del libro Obras Completas (“Neue Gesammelte Ausgabe”, Ed. Bernstein) Vol. I.
[ii] Rousseau, Jean-Jacques. El Contrato Social. Alianza Editorial. 1985.
[iii] Livio, Tito. La Legendaria Roma. Biblioteca Clásicos Latinos. Círculo De Lectores. 1999.

martes, junio 27, 2006

Bienvenida

¡Qué importa ser de origen humilde y llegar a la grandeza,
cuando la virtud y no el vicio es quien premia!

Al hablar de la historia y costumbres de Egipto hace ya más de 4,000 años, Heródoto De Halicarnaso, en el libro II de sus famosos Nueve Libros de la Historia, cuenta una anécdota ocurrida al Rey egipcio Amasis, que con gusto le remito para beneficio de su columna y sus asiduos lectores, entre los cuales me incluyo.

Antes de ser ungido, y ejerciendo funciones de ministro del Rey Apríes, fue enviado por éste para amonestar a los líderes de una sedición en su contra, motivados por que los había mandado a una guerra perdida, con la intención—pensaban ellos—de eliminar al ejército y mantenerse sin dificultades en el frágil poder de los mercenarios que lo defendían.

Sucede que Amasis gozaba de gran respeto entre los conspiradores, y mientras servía de mediador, fue coronado Rey, y pareciéndole bien el honor enfrentó a Apríes en una famosa batalla donde más pudo el espíritu patrio de la milicia, que el de mercenarios que servían al reino.

En fin, consolidando Amasis su poder como Rey absoluto, no obtenía el respeto de sus vasallos, debido a su origen humilde, oscuro y plebeyo. Sin embargo, poco a poco fue venciendo esta resistencia inicial, sin violencia, con arte y discreción.

La más sobresaliente de estas artes fue su decisión de tomar, de entre muchas ricas alhajas que poseía, una bacía de oro utilizada por sus convidados para lavar sus pies. La mandó destrozar y fundir, para hacer de ella una estatua creando un nuevo dios. Esta, fue consagrada y ubicada en el sitio de la ciudad más encumbrado y visible, de tal forma que con mucho fervor y adoración, el pueblo la honró.

Apercibido de lo mucho que era honrado por sus vasallos este nuevo ídolo, les mandó llamar y les declaró que el nuevo dios había salido de aquel vaso vil de oro en que ellos mismos solían antes vomitar, orinar y lavarse los pies; y era grande sin embargo el respeto y veneración que al presente les merecía, una vez consagrado. “Pues bien, añade, lo mismo que con este vaso ha pasado conmigo, antes fui un mero particular plebeyo, ahora soy vuestro soberano, y como tal me debéis respeto y honor”.

Con tal amonestación y expediente logró de los egipcios que estimasen su persona y considerasen como deber servirle.