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domingo, diciembre 26, 2010

Impacto tecnológico en el campo - comedia en 3 actos

Esta obra fue montada en la navidad del año 1998? Pretende ser una comedia. Me apena mi pretensión de utilizar un lenguaje inculto (no haré las correcciones), los diálogos utilizan una forma de expresión que quisiera imitar la de los campesinos del Seibo, en el Este de la República Dominicana. Y es realmente extraña, por los elementos tecnológicos que incluye y el impacto de esta situación... le puse un título que parecía más un ensayo literario "Impacto Tecnológico en el campo...". Pero que así quede para la posteridad:
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Personajes
Don Francisco: Hacendado del Seybo
María: Esposa de don Francisco
Pancho: Hijo mayor de don Francisco
Marianela: Hija de don Francisco
Ignacio: Curandero del pueblo (Haitiano)
Orlando: Sobrino de don Francisco, Ing.Sistemas
Pedro, José: Empleados de don Francisco (Campesinos)
La obra se desarrolla en la casa de Don Francisco, hacendado de la zona este del país que se dedica a la crianza de ganado, siembra y cosecha de caña. La sala, que sirve de escenario a la obra, está adornada de manera sencilla pero que muestra cierta elegancia. Es notable el ambiente pascuero, por las guirnaldas, un arbolito, etc. La sala tiene muebles, mesas, etc. Don Francisco es un hombre gruñón y está en la ciudad luchando porque "me paguen lo que con tanta lucha he hecho".


Acto I
Escena I
José : Bueno, el patrón salió para la ciudad con un "truño" y cuando ese hombre se "entruña", "jú", no "e'" fácil, a cualquiera le canta "claro y pelao'". Y esa gente del CEA, "n ' de paga '".
Pedro : Imagínate tú, si él con tantas "amarres" tiene problemas para conseguir que le paguen ¡es muy grande la cosa!.
José : No me puedo imaginar nada, a mi no me pagan para pensar. Lo que sí sé es que si a ese hombre no le pagan hoy, la que nos espera no ser fácil; ¡se armar la de no te menees...! (se escucha la yipeta de don Francisco)
Pedro : ¿Qué es eso que se oye? ¡OH, OH! llegó el momento que todos estamos esperando, si es para bien; y al que estamos huyendo si es para mal...
José : ¡Ay, cállate! no seas pájaro de mal agüero, esperemos lo mejor siempre de nuestro jefe. (Se oyen voces)
Pedro : ¿¡Hey, parece que no viene de mal humor, óyelo como viene cantando, y silbando!, bueno vamos a suspender la chercha, no vaya a ser que le coja con nosotros...
Escena II
Los sirvientes están desempolvando los muebles cuando entra don Francisco con voz estruendosamente alegre. Sus pasos fuertes, así como su figura, estremecen la casona; donde todos lo esperaban con temor impaciente.
Don Francisco: ¡María, Pancho, Nela!, ¡vengan todos!, ¿les tengo buenas noticias (ve a los criados y se les acerca ). ¿Dónde están todos?
José: Patrón, doña María está en las habitaciones, el señorito Pancho está cabalgando y la señorita Marianela se encuentra leyendo debajo del tamarindo, ¿quiere que les avise?
Don Francisco: Sí, busca a todos y da órdenes de que maten una ternera, que preparen una buena cena. Y tú (al Pedro) ve y desmonta los paquetes del yip. (v nse los sirvientes).
Don Francisco: (Sólo). ¡Qué feliz estoy, eso me tenía con un dolor de cabeza muy grande! Pero deja que les dé la noticia, que vean los regalos que les he traído. ¡Ay Pancho, cuando vea su sorpresa!, aunque no sé como me dejé engatusar de esos vendedores. Sin embargo creo que valdrá la pena. No podemos estar al margen de la tecnología (se estruja las manos con euforia y vase hacia las habitaciones gritando ¡María, María!)Acto II
Escena I
Está toda la familia reunida en la sala y comentando uno que otro tema. Sobre una de las mesas están los regalos. La sala tiene la misma decoración. Todos están alegres. Don Francisco sale de las habitaciones.
Don Francisco: ¡Dónde se habían metido, aguafiestas!
María : ¡Hombre!, ya veo que estás alegre, recé a la virgencita (se besa el pulgar derecho) por tí. Dínos, te pagaron...
Don Francisco: ¡Claro!, sólo eso podía sacarme del hoyo en que estaba metido...
Marianela : Papá , veo que nos trajiste muchos regalos, incluyendo tu sonrisa, que ya nos hacía falta, a ver ¿qué contienen?
Don Francisco: Pero, ¡si para ustedes vivo!, tomen sus regalos zapatos, vestidos, telas todo para ustedes (se acercó a la mesa tomó varios de los paquetes y los entregó). Para tí Pancho, mira lo que he traído. (Le muestra los paquetes que restan sobre la mesa).
Pancho: ¿Qué es esto? No, no déjame adivinar: un televisor, un VHS y un equipo estereofónico...(Don Francisco ríe, pero mueve la cabeza de un lado a otro negando la respuesta)
Don Francisco: Una pista. Este aparato concentra toda la inteligencia del hombre a través de la historia. Permite hacer cartas, libros, llamadas, etc.Pancho: ¡Ah, es una secretaria!
Don Francisco: No, no. Oye otra pista. Permite hacer c lculos contables y no contables también. Nos permitiría calcular lo que poseemos, y diría si estamos ganando o perdiendo.
Marianela: Entonces es un contador.
Don Francisco: ¡Chst, no, no comprenden!. Les pondré un ejemplo de lo que se puede hacer, y ver si adivinan. Si quisiermos saber la cantidad de veces que tenemos que ordeñar las vacas para obtener una buena producción lechera, incluyendo qué alimento darles; ella nos lo podría decir...
Doña María: ¡Pero querido, eso es un veterinario...!
Don Francisco: No, no, ¡no!. Miren, a todo lo que les he dicho agreguen el poder de pensar, ayudar a la toma de decisiones, resolver problemas y dar órdenes.
Pancho: Papá , sin duda estás hablando de un político, ellos hacen todas esas cosas que tú dices, y m s.
Don Francisco: ¡Esto es una computadora!
(Todos dicen Ahh!)
Pancho: ¡Claro, qué tontos somos! (se rasca la cabeza) Y ¿cómo funciona?, ¿qué permite hacer?
Don Francisco: No, tontos no, ustedes son m s brutos que el burro Tobías. ¿Cómo es posible que ni siquiera conozcan la palabra computadora, que estén tan a la espalda de la tecnología? (Aparte). ¿Y ahora qué les digo? Él vendedor ese, sólo me dio esas explicaciones, aunque me enseñó como instalarla. (A todos) Bueno, ser mejor que les haga una demostración para que entiendan con los ojos lo que no les entra por los oídos...
Escena II
La m quina está instalada, aunque no tiene el teclado conectado. Todos en la casa están observando a don Francisco, quien dar la esperada demostración del funcionamiento del aparato.
Don Francisco: (Enciende el computadora) Pues bien, observen cómo se prepara para recibir órdenes.
José: (Aparte, a Pedro) Si como el amo dice, el aparato ese hace todas esas cosas, nos va a ir mal. Nos van a "da' esa bota '"...
Pedro: No seas animal, cómo la "compota" esa puede hacer lo que nosotros, estás loco o te pica el caco.
José: Pero no oíste lo que dijo el jefe que podía hacer esto (se cruza de brazos y se queda cavilando, en ese momento vuelve a hablar don Francisco, y lo atienden).
(La computadora había encendido)
Don Francisco: Bien, estamos listos. ¡Computadora! (le habla a la computadora) esta es mi familia el es Pancho, ellas son María y Nela, y estos son mis empleados. Yo quiero que me digas (A todos) Comencemos por preguntas sencillas. (A la computadora) ¿Qué día es hoy? (Esperan respuesta, pero el computadora no responde)
Pancho: Tal vez, la pregunta es muy difícil, porque tiene mucho tiempo apagada. Hazle una m s f cil, como ¿cuál l es su nombre, edad, etc.?
Don Francisco: Tienes razón. (A la computadora) ¿Cómo te llamas? (Esperan respuesta, no responde).
Doña María: Mi amor, lo que pasa es que le estás preguntando tonterías, un aparato, que como tu dices es "muy inteligente", pensar que le quieren tomar el pelo. Pregunta algo m s complicado.
Pedro: Don Francisco, tal vez la "compota" no entiende el español, tal vez entiende otro idioma.
(Todos miraron a Pedro, convencidos como siempre del buen sentido común que tenía)
Don Francisco: Yo siempre lo he dicho, y lo oí de alguien que no recuerdo "el sentido común no es el m s común de los sentidos...", Pedro, tú tienes un sentido común que por momentos me asombra... Está bien déjame decir unas palabritas en inglés (a la computadora) "¡Jeslo consputer!", "güachu nein"... (la computadora sigue sin responder y don Francisco se pasa la mano por la cabeza con enfado)
(Se va la luz, don Francisco suspira con alivio, pero está enojado con el vendedor, pensando que lo habían engañado y refunfuña)Don Francisco: Señores, vamos a descansar, yo estoy muy cansado por mi ida a la ciudad. Cuando llegue la luz, me avisan. Sigan con los preparativos de la cena. Voy a oír un poco de radio. (V nse todos, él enciende el radio de pilas).
Radio: ¡...pues tengan cuidado, con los virus que están ya afectando hasta a las computadoras, sigan las instrucciones que hemos dado y hasta el próximo programa, amigos...!
Don Francisco: ¿Cómo es esto? ¿qué he oído? ¿que las computadoras se infectan con virus? ¿pero cómo es posible que una m quina se enferme? tal vez por eso es que ... ¡Pancho, ven acá enseguida, tenemos que llamar al curandero a ver cómo "nos santigua" el computadora, y lo pone a funcionar de una vez! ¡diantres, mientras m s conozco al aparato digo que es m s parecido en inteligencia al hombre, pero no sabía que contrajera inclusive enfermedades...!
Pancho: ¡Papá , ¿qué te sucede?! ¿te pasa algo?
Don Francisco: No mi hijo, creo que he descubierto la causa del problema del computadora, llama inmediatamente al curandero, creo firmemente que el computadora tiene un virus...
Pancho: ¡La que nos faltaba, papá pero qué te pasa! (le pone la mano en la frente a su padre). Déjalo ahí por favor, ya le dedicaremos suficiente tiempo al computadora. Podemos llamar inclusive a Orlando en la capital, tú sabes que el trabaja con algo de eso...
Don Francisco: Está bien malo, pero mientras tanto yo llamaré al curandero, la computadora está enferma y tenemos que curarla.
Acto III
Escena I
Ignacio, el curandero, ha llegado y espera a don Francisco, que está por los alrededores de la finca, supervisando unos trabajos. Él curandero está despeinado, con un sombrero sucio y andrajoso entre las manos. Tiene una bolsa llena de hojas y vestido con una camisa de estampados extravagantes. Se comporta con cierta sicosis, mirando para todos lados, temiendo a algo.
José: Ignacio, ¿cómo le va? ¿dónde se había metido?
Ignacio: No creo que sean sus problemas, si le interesara saber donde estaba me hubiera localizado. Don Francisco no sabía tampoco, y míreme aquí, me mandó a buscar.
José: ¿Y sabes por qué te mandó a buscar?
Ignacio: La verdad, no sé, supongo que alguna enfermedad le aqueja y quiere que le santigüe o dé un baño de hojas.
José: Le voy a decir. Sucede que don Francisco ha comprado un aparato al que le llaman "compota". Ese aparato no funciona bien y don Francisco jura y perjura que en el radio escuchó la noticia de que existen unos virus que afectan a esos aparatos. La verdad Pedro y yo estamos alegres que se haya enfermado el aparato ese, porque don Francisco dice que eso hace "des" todo.
(Entra don Francisco en ese momento)
Don Francisco: ¡Oh, Ignacio ya está aquí!, pase por aquí inmediatamente (lo conduce al computadora). Usted tiene que santiguarme esta computadora, no quiere responder a lo que le ordenamos. Tal vez tenga una "embrujo ", esté enferma o lo que sea, pero necesito que usted haga algo.
Ignacio: ¡Bueno, don Francisco! yo haré lo que pueda pero nunca me había topado con un caso en el que un aparato "eté embrujao'" o enfermo...
Don Francisco: Yo sé que suena extraño, pero este aparato es como si fuera hombre. Tiene su inteligencia, resuelve todos los problemas tan igualito o mejor que un hombre.
Ignacio: Pues vamos a hacer el esfuerzo.
(Saca algunos ramos de hojas, un pote de "agua de florida", el cual después de abrirlo rocía sobre la computadora "por los huecos del computadora", hace mímicas de plegarias, hace la señal de la cruz sobre el aparato y un sin número de rituales y muecas)
Ignacio: Déle este día de descanso y enciéndalo mañana en la mañana luego de cantar el gallo. Préndale una vela a San Miguel, para que él aleje los malos espíritus y la proteja; le aseguro que los "luases" han oído mi plegaria y "meter n su mano".
(Recoge todo, don Francisco le paga, y v se).
Epílogo
Don Francisco está en la sala meditando con una vela prendida frente al aparato. Canta el gallo. Llega Pancho con calma.
Pancho: Papá ¿qué te pasa, todavía con problemas con el aparato? ¿Qué te parece si llamamos a Orlando en la capital, tal vez el dé con la solución del problema...?
Don Francisco: Sí, sí, ll ma a quien tu quieras. Esto debe funcionar de alguna manera. Demasiado cuarto di yo para que se pierda así.
(Pancho se dirige al teléfono, que está al lado del computadora, marca unos números y espera)
Pancho: Por favor con Orlando... es de parte de su primo Pancho del Seybo... ¡Sí, Orlando, ¿cómo estás? ¿cu nto tiempo?!... "Mira", te llamo para pedirte por favor que vengas por acá tan r pido como puedas, siempre y cuando no tengas algún compromiso... entonces puedes venir... no si es por un computadora que compró pap , dice él que está enfermo y como tú trabajas con esas cosas, según mam ... bien, pues te esperamos...
(Tranca y tocan la puerta con insistencia, uno de los sirvientes abre).
Orlando: ¡Vine tan r pido como pude!
Pancho: A eso llamo yo rapidez, bien no hay tiempo que perder...Don Francisco: ¿Cómo estás sobrino? ¡qué bueno verte! estás hecho todo un hombre. Mira a ver qué tiene el el aparato ése, me tiene cansado.
Orlando: Con mucho gusto tío, no hay problema.
(Se acerca al computadora. Nota las velas alrededor de aparato)
Orlando: Y ¿a quién velan? se pueden mover estas velas...
Don Francisco: H ga lo que quiera sobrino, usted es quien sabe lo que puede no puede hacer.
(Pasa las velas a don Francisco. Enciende el computadora, que de inmediato explota en un corto circuito, como una explosión con cohetes chinos. Todos llegan a la s la y forman un alboroto. Orlando la desconecta.).
Don Francisco: ¿Qué ha pasado? Mis cuartos, dónde están. Sobrino, ¿qué ha hecho?
Orlando: Tío, no se qué fue lo que le echaron al computadora, agua o cualquier otra cosa.
Don Francisco: Ignacio le echó unos líquidos, sí. Agua de florida y no sé qué otras cosas.
Orlando: Este es un aparato sumamente delicado. ¡Dios quiera que no se haya dañado!.
(Abre el aparato, hace una que otra cosa. Y suspira aliviado, viendo que no es tan grave el problema. Termina, lo tapa y enciende nuevamente. Don Francisco y Pancho, observan haciendo gestos de aprobación a todo lo que hacía Orlando. Llegan todos los de la casa con murmullos, asustados por el esc ndalo de hace un momento.)Orlando: Por suerte no quedó inservible, y continuar trabajando. Vamos a ver... fíjense, para trabajar con éste equipo se debe tener conocimientos, no es cuestión de "enciende y trabaja".
Don Francisco: Pero sobrino, el vendedor me dijo que éso hacía esto, aquello y lo otro.
Orlando: No se lleve de todo lo que le digan, con tanta sencillez. Los vendedores aquí y en todo el mundo sólo quieren vender sin tener en cuenta la necesidad del cliente. Esto no es m s que una "caja negra". Lo que usted le entra es lo que obtiene. Es decir que si la llena de conocimientos e información inteligente obtendrá de ella buenos resultados, pero si la llena de basura, basura obtendrá .
José: Pero ¡señorito Orlando!, fuera hay un "saco e' comía pa' lo puejco", le podemos "ech ' pa'" que haga una "demuestración".
Orlando: ¡Por favor!, no interpreten el término "entrar" en el sentido de llenarlo de basura, ¡hasta ahí!, sino en el sentido de alimentarla con mala información, siempre con el idioma en que ella se comunica.
Pedro: ¡Pero don Francisco le habló en ingles, y ella no entendió "naíta"!.
Orlando: No es cuestión de hablar en inglés, siempre se necesita alguien que sepa manejarla.José: ¡Ahh!, pero Pichón, el chofer, maneja muy bien "loj camione' e' la finca", lo podemos ir a buscar.
Orlando: ¡Señores, ya basta!. No es cuestión de hablar inglés, no es que manejen el camión o el yip, o lo que sea. Miren los manuales que les traje.
(Les entrega manuales a don Francisco y Pancho).
José: Pero señorito Orlando, ¡si don Francisco dijo que el aparato ése hacía de todo!.
Don Francisco: Yo sólo sé que el vendedor ése me "engatusó", me "cogió de indio" y me dijo: "no necesitar m s empleados, esto hace de todo, la computadora resuelve todo eso".
Orlando: No señores, la computadora no hace que boten a nadie. (En ese momento Pedro y José, se abrazaron y rieron aliviados por la preocupación que tenían). No puede hacer el trabajo de otros. Ayuda a que el trabajo salga m s r pido, eso sí. Yo le recomiendo don Francisco, que me envíe varios días a Pancho para entrenarlo en el uso del computadora.
Don Francisco: No hay problema, lléveselo. ¡Pancho, prep rate que te ir s con el "p la capit "!. Pero ahora v mos a celebrar. Tr igan la ternera que mandé a preparar para la cena, tr igan música, animen esto. Bailemos y gocemos.(Siguieron conversando y hablando sobre todos éstos detalles, a medida que la luz se iba apagando)
Telón.

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